Tocar el Futuro: Voces que Enseñan, Voces que Luchan
- César Matos
- 6 may
- 3 Min. de lectura
El vicepresidente de SGA reflexiona sobre el papel de la educación en los tiempos actuales

En 1839 la Universidad de Framingham abrió sus puertas bajo el nombre Escuela Normal de Lexington. Fue establecida por el primer Secretario de Educación de Massachusetts, el Señor Horace Mann, con la finalidad de educar a maestros y maestras con los principios educativos fundamentales. Mann creía que era importante resaltar que la educación servía para asegurar la democracia, que sin una educación adecuada la nación no podía seguir con el experimento democrático que aún, en esa época, apenas había comenzado.
Como estudiante, miembro de la comunidad, y mentor, me encuentro en la intersección de la educación y la acción cívica. Si no fuera por la educación fundacional que me han brindado las instituciones públicas, yo no podría ejecutar hoy mi función como estudiante, miembro de la comunidad de FSU y mentor.
La Universidad de Framingham es más que una institución que crea educadores; es también un lugar donde se moldean líderes y agentes del cambio.
Una de las alumnas más notables en la historia de nuestra universidad fue Mary Miles Bibb, la primera mujer de color admitida en la universidad. Esta admisión pudo ser posible gracias al apoyo del entonces director Samuel Joseph May, quien luchó por el acceso a la educación equitativa de mujeres y personas de color. Al graduarse en 1843, Bibb fue una líder que impulsó la abolición de la esclavitud en el sur del país. Su trabajo como educadora de estudiantes de color y coeditora de La Voz del Fugitivo, uno de los primeros periódicos contra la esclavitud, fueron las primeras semillas que eventualmente ayudaron a cambiar la opinión pública con el objetivo de erradicar la esclavitud. Es por esto por lo que su vida es un ejemplo de cómo la educación es una medida contra las prácticas injustas en el mundo.
Otra estudiante notable fue Christa Corrigan McAuliffe, graduada en 1970 como educadora de estudios sociales. Ella tenía el lema de “I touch the future. I teach," el cual aún es usado por varios educadores hoy en día. En 1985 McAuliffe fue seleccionada por la NASA para ser la primera profesora en el espacio, pero, desafortunadamente, en 1986 ella falleció durante el desastroso accidente del “Challenger,” en el que murieron todos los tripulantes del transbordador segundos después del despegue.
Hoy en día las instituciones de educación se enfrentan a cambios que nos desvían del camino, de los principios fundamentales, debido a los cambios a nivel federal. Ahora las instituciones enfrentan incertidumbres que atacan a programas como el DEI, FAFSA y a la aplicación del título IX. Se manipula a una institución que antes imponía una expectativa de igualdad entre razas, géneros y clase social, y se crea una institución que impone acciones discriminatorias hacía esos mismos estudiantes al eliminar afirmative action; discriminación a personas transgénero en deportes y una reducción en la capacidad de procesar becas y préstamos.
Las enseñanzas de Horace Mann sobre la educación que eran clave para sostener una democracia tienen una urgencia mayor hoy en día. Las historias de figuras como Mary Miles Bibb y Christa McAuliffe nos recuerdan que la educación sigue siendo una herramienta poderosa para transformar la sociedad y enfrentar la injusticia. Hoy más que nunca, nos toca a nosotros como estudiantes actuar como educadores y afirmar el valor de una educación equitativa y democrática. Cuando defendemos la educación, no solo defendemos nuestras instituciones, defendemos un futuro de posibilidades.
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