Entre dos identidades
- Roselyn Jerez-Valladares
- 29 abr
- 2 Min. de lectura
Actualizado: 5 may

Siempre me he identificado como salvadoreña-americana; así como muchos son mexicano-americanos o haitiano-americanos. Si nos ponemos a pensar en las dos identidades hay mucho de lo que no se habla, por ejemplo, el sentido de estar atrapada en el medio de estas dos identidades.
Mi primer idioma fue el español y aprendí inglés en la escuela. Crecí con muchos hispanos y podía hablar el español con ellos, pero, después de mudarme a MA, esto cambió porque había más hablantes de inglés. Esto me ha causado no estar tan segura con mi español, que antes era mi primer idioma, pero ahora se siente como si fuera mi segundo. Y lo que he notado como adulta, es que eso les pasa a muchas personas que son como yo: se adaptan a sus ambientes y todo cambia. Yo no pensé que eso era algo que me iba a pasar, pero me hace valorar el español más y, aunque todavía soy fluida en el idioma, tengo que pensar más lento y asegurarme de que lo que voy a decir es correcto y que lo pueda pronunciar bien.
Lo que me ha pasado también que me hace sentir “en el medio” es que la gente me juzga por el color de mi piel. Estereotípicamente, los hispanos tienden a tener piel canela y ojos marrones, y “parecen” hispanos. Muchos me han dicho que no “parezco” hispana, y que parezco “gringa” porque soy un poco más blanca y tengo ojos verdes. Pero no debería de ser así, los hispanos vienen en diferentes colores y apariencias, no todos somos iguales. Cuando la gente me dice eso, me hacen sentir como que no soy hispana y todos los esfuerzos que han hecho mis padres se han perdido. Así, trato de ignorarlos y seguir con mi vida.
Volviendo al tema del idioma, he notado que, aunque me cueste hablar el inglés o el español, siempre puedo volver a spanglish. El lenguaje no oficial de muchos hispanos. Hablo el spanglish sin querer queriendo. Simplemente me salen las palabras y hago oraciones con palabras en español e inglés. El spanglish es como un “staple” de muchos de nosotros y refleja el sentimiento de “estar en el medio.” Hablar el spanglish no significa que hablas un idioma más que el otro, es algo que pasa de forma natural. Es como la cultura también, solo porque te ves (o te ven) de una manera no significa que (no) eres de una u otra cultura. Ser salvadoreña-americana es muy importante para mí, y trato lo mejor que puedo de manejar los dos, porque, aunque sean dos culturas, en realidad son una. Y es la perfecta para mí.

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