El triunfo femenino mexicano: La nueva administración presidencial mexicana
- Jamie Kuenzel
- 26 nov 2024
- 3 Min. de lectura
Actualizado: 30 abr

En un ambiente político dividido y en una época en que los derechos humanos no son garantizados en los Estados Unidos, la nueva administración presidencial de México sirve como un símbolo de esperanza. La actual presidenta es la primera mujer y judía para servir en este rol. El primero de octubre, Claudia Sheinbaum, una científica climática e ingeniera eléctrica, tomó juramento a la presidencia después de su aplastante triunfo en junio. Sus enfoques políticos pueden ofrecer optimismo a los estadounidenses preocupados por los resultados de la elección presidencial y el resto mundo.
Aunque la presidencia de Sheinbaum no tiene ningún impacto directo en los resultados de la elección presidencial estadounidense, es importante reconocer y celebrar todos los triunfos de los derechos humanos y el progreso a través del mundo. Además, la presidencia de Sheinbaum puede ser influyente en la política estadounidense. Por un lado, las comunidades marginalizadas estadounidenses, pueden encontrar esperanza en esta presidencia. Por otro lado, es posible que ella influya en el gobierno estadounidense. Aunque el poder ejecutivo conservador tiene una legislatura dominada por representantes y senadores conservadores, no se puede ignorar la importancia de las relaciones exteriores en la política doméstica. Asimismo, el presidente electo Trump y la presidenta Sheinbaum tuvieron su primera llamada la primera semana de noviembre y la fue cordial. Ellos hablaron sobre las relaciones pacíficas que tendrán ambos países en los años próximos. Podemos esperar que la perspectiva feminista y progresiva que tiene la presidenta Sheinbaum tenga alguna influencia en el poder ejecutivo estadounidense. Incluso si no influye en el gobierno estadounidense, su administración sirve como un recordatorio que el feminismo y el progreso puede triunfar en países con problemas misóginos.
Debido a mi experiencia como una mujer estudiando ciencias políticas que se especializa en las relaciones exteriores, estoy celebrando el triunfo presidencial de Sheinbaum. Su pasión por los derechos de las mujeres, la sostenibilidad y la energía renovable, los derechos de la gente LGBTQ+, entre otros temas, me inspiran. Igualmente, su política incluye metas que tienen que ver con las relaciones exteriores. Por ejemplo, en su sitio web se encuentra esta declaración: “mantenga una postura de respeto y cooperación, buscando fortalecer las relaciones con países clave y promoviendo una política exterior basada en principios de no intervención y respeto a la autodeterminación de los pueblos” (Sheinbaum 2024). Aunque las Naciones Unidas exige que México, como miembro de esta organización, tiene que respetar la autodeterminación de los pueblos según el artículo 1(2) del primer capítulo de la Carta de las Naciones Unidas, me encanta que la presidenta Sheinbaum prioriza esto (Naciones Unidas). Esto es bien importante en la orden mundial corriente en que países invaden e intervienen en otros países sin permiso y con violencia.
Algo llamativo de la presidencia actual es su dedicación a los derechos de las mujeres. De hecho, el 15 de noviembre, la presidenta Sheinbaum proclamó y firmó un decreto que garantiza la igualdad de género en la Constitución mexicana. Este decreto es decisivo en un país, y un mundo, en que hay mucha discriminación contra las mujeres. Varias cláusulas fundamentales y necesarias componen el decreto. Por ejemplo, el decreto prohíbe la brecha salarial debido al género. También, “Se establece la igualdad sustantiva en el acceso a derechos y oportunidades. Además, se garantiza el derecho a vivir una vida libre de violencias, por lo que el Estado tiene deberes reforzados de protección con mujeres, adolescentes, niñas y niños” (Gobierno de México 2024). Este decreto enmendó siete artículos constitucionales. Estos cambios son esenciales en la política y la sociedad mexicana, un país con un problema serio y nefasto de violencia de genero.
De nuevo, el triunfo de presidenta Sheinbaum demuestra que hay esperanza. Además, representa que las mujeres, otras comunidades marginalizadas y sus aliados podría crear cambio para mejorar el mundo si colaboran. Es urgente que trabajemos juntos y que usemos la interseccionalidad para crear cambio. Actualmente, es esencial que apoyemos y celebremos la presencia de comunidades marginalizadas en el gobierno y la política. Esto incluye la importancia de votar por representantes que apoyan los derechos humanos y los representantes de comunidades marginalizadas. Es importante que nos involucremos nosotros mismos en la política a todos los niveles, incluyendo la política local. Finalmente, ojalá que tomemos tiempo para celebrar los triunfos de los derechos humanos y de las líderes mujeres a través del mundo, incluyendo la fantástica presidenta Sheinbaum de México. ¡Felicitaciones Señora presidenta!
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